Falacia de la Equidistancia

La Falacia de la Equidistancia o del Punto Medio.

Este tipo de falacia es un tipo de razonamiento falaz o un fallo lógico en el cual se asume que la posición intermedia entre dos extremos opuestos es necesariamente la más correcta, moral, razonable o equilibrada. En otras palabras, se busca encontrar un punto medio como solución a un conflicto o discrepancia, sin tener en cuenta si dicho punto medio es lógico, justo o verdadero. Esta falacia es especialmente peligrosa en debates y discusiones, ya que puede conducir a soluciones inadecuadas o injustas, o incluso a la aceptación de ideas erróneas y, por tanto, perjudiciales para la sociedad.

La falacia de la equidistancia puede confundirse con otras falacias similares. Por ejemplo, con la falacia del falso compromiso, que se produce cuando se asume que un compromiso entre dos posiciones opuestas es la solución correcta simplemente porque es un compromiso. También puede confundirse con la falacia del argumento ad temperantiam, que sostiene que una posición moderada es preferible a las posiciones extremas, sin considerar la evidencia o argumentos de cada posición.

En un cuadro comparativo, podríamos resumir las diferencias entre estas falacias de la siguiente manera:

  • Falacia de la equidistancia: Asume que la verdad se encuentra en un punto medio entre dos extremos, sin evaluar la lógica, justicia o veracidad de dicho punto medio.
  • Falacia del falso compromiso: Asume que un compromiso entre dos posiciones opuestas es la solución correcta simplemente porque es un compromiso, sin considerar la validez de cada posición.
  • Falacia del argumento ad temperantiam: Defiende que una posición moderada es preferible a las posiciones extremas, sin evaluar la evidencia o argumentos de cada posición.

La falacia de la equidistancia es un error de razonamiento o del pensamiento que puede llevar a conclusiones erróneas o injustas. Para evitar caer en esta falacia, es fundamental analizar cuidadosamente la lógica, justicia y veracidad de cada posición en un debate o discusión, y no asumir automáticamente que la solución correcta se encuentra en un punto intermedio o alejado del extremo donde se reconoce o donde es más plausible el error de un razonamiento.

Por lo tanto, es esencial abordar las discusiones y debates con una mente abierta y crítica, y estar dispuestos a reconsiderar nuestras propias creencias y posiciones a la luz de la evidencia y los argumentos presentados. Solo así podremos evitar caer en la trampa de la falacia de la equidistancia y tomar decisiones informadas y racionales en nuestra vida diaria y en la sociedad en general.

La Falacia de la Equidistancia y la Esclavitud Humana

 

Ver esta publicación en Instagram

 

Una publicación compartida por Libro Hegemón (@hegemonlibro)

Al tratar de establecer un paralelo entre la falacia de la equidistancia, la esclavitud clásica y el cobro de impuestos, es importante tener en cuenta que estos conceptos pueden servir para ilustrar cómo el pensamiento falaz puede afectar el análisis de situaciones sociales cotidianas y universales que nadie se cuestiona siquiera.

La esclavitud clásica, entendida como un sistema en el cual un grupo de personas es sometido a condiciones de coacción y expolio absoluto, representa un extremo en el espectro de las relaciones políticas, laborales y económicas. Por otro lado, el cobro de impuestos y sus variantes, según países, puede ser considerado como una forma de redistribución forzada de recursos y de financiamiento desde un grupo social productivo hacia otro improductivo, cuyos designios, curiosamente, son fijados arbitrariamente por las personas improductivas y, por tanto, exentas.

En el dilema de los impuestos encontramos un claro ejemplo de falacia de la equidistancia o del punto intermedio, porque si bien existe consenso de que un 100 % de expolio es contraproducente, inmoral y propio de un sistema social esclavista. La fortaleza de esta postura se desvanece irracionalmente cuando se avanza hacia puntos intermedios de coacción y expolio, los que inclusive se justifican pregonando todo tipo de supuestas virtudes, cuando en rigor no debería ser aceptable ningún grado de coacción ni de expolio en contra de ningún ser humano o ciudadano.

¿Resulta válido o racional defender el que un ser humano trabaje aunque sea un día para un amo exento?

Si los axiomas correctos son:

  1. No todos podemos vivir de impuestos.
  2. Pagan impuestos solo aquellos cuyo trabajo es productivo.
  3. Se encuentran exentos quienes fijan y, por tanto, obtienen sus rentas por decreto o mandato legislativo.

La respuesta Irrefutable a la pregunta anterior es un rotundo no.

En consecuencia, es dable afirmar que tal condición es la que genera la verdadera y objetiva desigualdad material que se da en el cuerpo social. ¿O acaso alguien podría defender, sin caer en la falacia de la equidistancia o del punto intermedio, que aquellos como la minoría gobernante, quienes reciben rentas y beneficios legislativos del Estado, contribuyen de manera equitativa al financiamiento del mismo?

Un Libro que rompe la Falacia de la Equidistancia en que se oculta el Estado.

«Hegemón, Juicio y Sentencia contra el Estado», puede ser considerado un libro que rompe con la falacia de equidistancia en relación con el eufemismo del Estado porque no se limita a ofrecer una visión neutral o imparcial al abordar el concepto. En cambio, lleva a cabo un análisis profundo y crítico de la naturaleza del Estado y su impacto en el desarrollo humano. Al cuestionar la necesidad de un poder central coactivo y una clase gobernante exenta, Hegemón desafía la noción de que la equidistancia es suficiente cuando se trata de comprender y evaluar las funciones y responsabilidades del Estado en la sociedad.

La equidistancia puede ser entendida como una postura que busca mantenerse neutral o imparcial en el análisis de un tema, evitando tomar partido o adoptar una perspectiva crítica. Sin embargo, en el caso de Hegemón, se argumenta que esta postura no es adecuada, ya que el Estado, como entidad central en la organización y gobernanza de la sociedad, tiene un papel fundamental y no puede ser evaluado de manera justa sin un enfoque crítico y exhaustivo.

Al proponer una nueva forma de organización social, la Essecracia, basada en una ética Naturalista, Hegemón rompe con la falacia de equidistancia al abogar por una alternativa al sistema actual y al cuestionar la efectividad y legitimidad del Estado. Esto permite una discusión más profunda y enriquecedora acerca del papel del Estado en nuestras sociedades y cómo este puede ser reformado o transformado para favorecer un mayor desarrollo humano y justicia social.

En resumen, Hegemón puede ser considerado un libro que rompe con la falacia de equidistancia al enfrentar directamente el concepto del Estado y cuestionar su papel y efectividad en la promoción del desarrollo humano. Esta perspectiva crítica y desafiante permite a los lectores repensar y evaluar el papel del Estado en nuestras vidas y sociedades de una manera más profunda y significativa.

Referencias:

A continuación, se presentan algunas referencias que abordan la falacia de la equidistancia, también conocida como falacia del punto medio o del terreno medio, junto con otras falacias lógicas y argumentativas:

1. Copi, I. M., & Cohen, C. (2005). Introducción a la lógica (5ª ed.). Madrid: Editorial Tecnos.

Este libro, que es una introducción clásica a la lógica y al análisis de argumentos, incluye discusiones sobre diversas falacias, incluida la falacia de la equidistancia.

2. Damer, T. E. (2008). Attacking Faulty Reasoning: A Practical Guide to Fallacy-Free Arguments (6ª ed.). Belmont, CA: Wadsworth.

Este libro es una guía práctica para identificar y evitar falacias en el razonamiento y la argumentación, incluida la falacia de la equidistancia. Damer presenta una clasificación detallada de las falacias y ofrece consejos y ejemplos para mejorar la calidad de los argumentos.

3. Govier, T. (2010). A Practical Study of Argument (7ª ed.). Belmont, CA: Wadsworth.

Este libro ofrece un enfoque práctico para el estudio de argumentos, analizando diversos tipos de falacias, incluida la falacia de la equidistancia. Govier presenta ejemplos de situaciones de la vida real en las que se pueden encontrar estas falacias y ofrece consejos para mejorar el razonamiento y la argumentación.

4. Walton, D. (1999). The Appeal to Moderation: The Moderation Fallacy in Social Policy. Journal of Social Philosophy, 30(1), 129-150.

En este artículo académico, Walton examina la falacia de la equidistancia en el contexto de la política social y argumenta que es necesario considerar cuidadosamente las circunstancias particulares de cada caso para determinar si un punto medio es razonable o simplemente un intento falaz de encontrar un término medio.

Una respuesta a «Falacia de la Equidistancia»

  1. […] los conceptos que acaban con falacia del término medio o de la equidistancia  en relación a la esclavitud humana o acerca de a la coacción que padece el ser humano por parte […]

Deja un comentario

A %d blogueros les gusta esto: